La Vía de la Plata es la ruta jacobea de mayor recorrido, como prolongación de la calzada romana que cruzaba de sur a norte el oeste peninsular para comunicar las ciudades de Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga).
Tras la conquista de Sevilla y Córdoba en el siglo XIII, esta vía sur-norte fue reutilizada espontáneamente por los peregrinos jacobeos procedentes de Andalucía y Extremadura. Unos continuaban hasta Astorga, enlazando con el Camino Francés. Otros tomaban el camino a Compostela por la desviación de Puebla de Sanabria a Ourense, que hacía el trayecto más corto y rectilíneo, mientras que algunos atravesaban el noreste de Portugal y entraban por el sur de la provincia ourensana hacia Verín.