La Torre del Reloj tiene nombre propio: se llama Berenguela por un arzobispo de la Edad Media que construyó la torre para defender la Catedral. La verás desde muchos puntos de la ciudad, pues tiene la misma altura que las torres del Obradoiro. Comprobarás que del reloj hacia abajo es robusta como una torre de castillo, y de allí hacia arriba elegantísima, porque tiene un añadido barroco.
Por cierto, ¿te fijaste que el reloj sólo tiene una aguja? La hora la marcan las campanas. La más grande de la Catedral está en esta torre y se llama también Berenguela. Pesa 6.433 kilos y cuentan por allí que si alguna medianoche en vez de tocar 12 campanadas toca 13, el demonio gozará de una hora mágica para andar suelto por toda la ciudad… ¡Qué miedo!