Las cuidadas artesanías, la gastronomía para llevar, el arrollador éxito de la moda gallega y el encanto de los centros comerciales ‘abiertos’ hacen de Santiago un paraíso para las compras. Una muestra:
Marcas gallegas internacionales como Adolfo Domínguez, Roberto Verino, Antonio Pernas, Purificación García, Zara… todas a muy pocos metros unas de otras.
Los antiguos oficios medievales siguen vivos en docenas de platerías y azabacherías que rodean a la Catedral, con diseños tradicionales y contemporáneos.
Belleza azul cobalto y diseños modernistas en vajillas, adornos y más.
Los más delicados encajes de bolillos en ajuares, mantelerías, ropa de bebé…
Cuero artesanal y trajes típicos para poner a diario.
Dulces elaborados en los conventos de clausura, vinos gallegos, los únicos orujos europeos con denominación de origen, quesos, conservas del mar, algas, caviar de erizo, embutidos, castañas, tartas de Santiago, chocolate…