Podemos continuar el paseo gastronómico visitando el Palacio de Gelmírez, dentro del Palacio Arzobispal, para ver su gran Salón Sinodal: allí la gran bóveda del siglo XIII descansa sobre unas ménsulas bellamente talladas con escenas de un banquete medieval. Quizás era una boda –la del rey Alfonso IX de León- porque está presidido por una pareja real que enlaza sus manos, mientras los sirvientes presentan a los invitados soperas y panes. Lo interesante para los gastrónomos es que allí descubrirán una sabrosa empanada gallega de piedra, que la fecunda imaginación del escritor Álvaro Cunqueiro quiso ver rellena de lamprea. Y cierto es que casi puede olerse, aunque lleve allí… 800 años.