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La Alameda, monumento verde

INTRODUCCIÓN

Santiago de Compostela tiene numerosos parques y jardines, pero ninguno están tan integrado con la historia de la ciudad y sus gentes como La Alameda.

La Alameda se localiza al oeste del centro urbano, del Santiago histórico rodeado de murallas defensivas, ya perdidas, el que no dejan de visitar los turistas actuales.

Su origen se remonta a la donación de los terrenos a la ciudad por el conde de Altamira, a mediados del siglo XVI. Desde entonces se puede identificar ese espacio en las representaciones antiguas de la ciudad, como la conocida panorámica de Pier Maria Baldi, incluida en la obra titulada ‘Viaje de Cosme de Medicis por España y Portugal’, de mediados del siglo XVII, entonces todavía fuera del cordón amurallado de Santiago.

Las primeras intervenciones para arbolar el espacio son de finales del siglo XVIII, cuando se plantan en hileras los robles que rodean la Capilla de Santa Susana. A partir de ese momento se suceden las intervenciones parciales de ordenación y urbanización del área. En la década de 1830 se iniciaron los trabajos para el ajardinamiento, mediante la construcción de un paseo público alineado con el camino Real, la actual Avenida de Juan Carlos I. Ese paseo es el que hoy conocemos como La Alameda y Campo de la Estrella.

El cierre entre los dos extremos de La Alameda, mediante un paseo en forma de herradura, en torno a la robleda de Santa Susana, es de finales del siglo XIX.

La calificación de jardín pacego le fue dada por su papel de área de esparcimiento y recreo para la ciudad, de la misma forma que son espacios de placer y disfrute los jardines de los pazos gallegos.

Han sido numerosas las intervenciones de mayor o menor importancia desde que se configuró el espacio como lo conocemos ahora, incluida la más reciente (2006-2008), promovida por el Ayuntamiento de Santiago y sufragada por el Consorcio de Santiago de Compostela.

El conjunto es rico en monumentos históricos y diversos elementos de interés artístico (Enlace a página de  monumentos). En los jardines de La Alameda se celebran numerosas fiestas locales o de mayor ámbito. Tienen particular interés las fiestas de La Ascensión, festividad religiosa de carácter sobresaliente, de fecha variable, a los 40 días de la Pascua; así mismo las ‘Fiestas del Apóstol Santiago’, patrono de la ciudad, de la Comunidad Autónoma de Galicia y de España (25 de julio). Aparte estas fiestas se celebran numerosos actos culturales y populares; Feria del Libro, exposiciones fotográficas, representaciones teatrales infantiles, conciertos de la banda municipal de música, etc.

A lo largo del tiempo, La Alameda y sus jardines anejos se han enriquecido con una flora ornamental singular, con un total de noventa especies multiplicada en más de mil quinientos individuos arbóreos y arbustivos, algunos de ellos notables por su edad o su porte o incorporados a las tradiciones populares. (Enlace a página de árboles singulares).

 

TRES JARDINES EN UNO

Lo que llamamos La Alameda, por simplificar, se compone de tres jardines distintos, que los compostelanos llaman La Alameda, La Herradura y La Robleda de Santa Susana. Los tres conforman un espacio común, de más de 8 hectáreas, pero tienen distinta fecha de nacimiento y responden a modelos diferentes, con usos y funciones también diferentes.

Los jardines tienen diseños muy del gusto de épocas pasadas, con parterres geométricos, en los que dominan las líneas rectas; hace excepción La Robleda de Santa Susana, que coincide con un modelo paisajista, aunque no fue concebido bajo esos principios de la jardinería.

Cada uno de esos jardines tiene un diseño particular, con monumentos, estructuras y flora que le distingue de los otros.

 

La Robleda de Santa Susana

La Robleda es el espacio ajardinado más antiguo de todos, con dominio del roble (carballo, en gallego) (Quercus robur), aunque hay alguna otra especie arbórea (Enlace a Mapa de La Robleda). El espacio de La Robleda de Santa Susana fue lugar de mercado local ya en la Edad Media y quedan muchas fotos y representaciones pictóricas de esa actividad durante los siglos XIX y XX. Esa actividad se acabó con los cambios socioeconómicos y del antiguo modelo comercial; a su fin contribuyó el traslado del mercado de ganado al Mercado Nacional de Salgueiriños, al norte de la ciudad, a principios de la década de 1970.

En la Robleda de santa Susana destacan la Capilla de Santa Susana, el monumento a Daniel Rodríguez Castelao (Enlace a monumentos) y algunos robles de gran porte, con un máximo de doscientos años o poco más, a juzgar por la época de plantación. (Enlace a árboles singulares).

 

La Alameda

La Alameda está formada por el espacio ajardinado que nace frente a la Porta Faxeira, en recuerdo de la que había ahí en la muralla medieval, con alineaciones de árboles de distintas especies, que llegan hasta la fuente y escalinata del extremo oeste (Enlace a Mapa de La Alameda).

La primera parte, con alineaciones de plátanos de paseo y camelias, recibe el nombre particular de Campo de la Estrella, de referencias jacobeas. En este espacio destaca un ejemplar de sequoia, que ya sobresale entre el arbolado en una fotografía de finales del siglo XIX y  una magnolia plantada por la Sociedad de Amigos del País (Enlace a árboles singulares). Hay también algunos ejemplares conmemorativos de diversos hechos y procedentes de donaciones, con sus placas explicativas correspondientes. En un borde de la calle central permanecen ‘Las Marías’, en su eterno paseo de las dos de la tarde (Enlace a monumentos)

La parte más interna de La Alameda está formada por distintas líneas de árboles. El centro está formado por una doble alineación en la que alternan tilos plateados y camelias. A su derecha existe otra alineación de aligustres de Japón y, ya en contacto con la robleda, un paseo con distintas especies (chopos, acacias, plátanos). En el lado opuesto existe una hilera de abetos y, más allá, una zona con pequeños estanques.

Los paseos entre hileras arboladas de La Alameda se ordenaron en su tiempo, por la vía de la costumbre, en una discriminación de las clases sociales. El paseo de la derecha estaba reservado a las clases populares, el del centro a la nobleza y el señorío y el de la izquierda a clérigos, docentes y profesiones con estudios.

Destacan aquí el monumento a Casto Méndez Núñez, el templete de la música y la iglesia de El Pilar (Enlace a monumentos). Además, el paseo central cuenta con dos filas de bancos de granito y respaldo en hierro forjado, con motivos vegetales y animales, que proceden de la antigua fundición de Sargadelos, anterior a la actual fábrica de cerámica. A finales del invierno se muestran expléndidos los ejemplares de magnolia de Soulange y son de interés un magnífico tilo plateado, un plátano de paseo, el tulipero de virginia, etc. (Enlace a árboles singulares).

 

La Herradura

Se llama así este jardín por su forma y sirve de enlace entre los dos extremos de La Alameda (Enlace a Mapa de La Herradura). El tramo norte se conoce como Paseo de Los Leones, por las dos columnas dobles, cerradas por un arco y rematadas por sendas figuras de león. El frente oeste del espacio está configurado por tres paseos paralelos, paseo de Bóveda el más interno, próximo a la robleda, paseo de Las Letras Gallegas el medio, por la existencia del monumento a Rosalía de Castro, y paseo de La Herradura, en sentido concreto, el más externo, ya contiguo al talud que da al campus universitario. 

Es un espacio rico en monumentos, fuentes y estanques, sobre todo la parte de poniente. Aquí se concentran los conjuntos escultóricos dedicados a Rosalía de Castro y Pedro Pais Lapido, la representación de la popular lechera, las magníficas escalinatas que bajan a campus universitario y las que suben a la iglesia de Santa Susana. Hay que añadir, además, el monumento a Manuel Ventura Figueroa y el viejo Cruceiro do Gaio, datado en 1679 (Enlace a monumentos).

En La Herradura hay algunos ejemplares arbóreos dignos de destacar, entre ellos ‘La Perona’, ligada a la visita de Eva Duarte de Perón a Santiago, algunos cipreses de Lawson, abetos del Cáucaso, cedros, magníficos eucaliptos, etc. (Enlace a árboles singulares). Además son destacables algunas formaciones lineares de árboles: dos filas de magníficas palmeras canarias, una de castaños de Indias y, sobre todo, el paseo de robles que rodea el bosque de Santa Susana.