Santiago de Compostela, ciudad sensible a las necesidades de las personas, da la bienvenida a los turistas con requerimientos especiales de movilidad.
Con el fin de conseguir para todos una ciudad cómoda y accesible, integradora, que brinde a locales y visitantes los mismos servicios y que les permita disfrutar de los mismos lugares, en Santiago de Compostela se vienen llevando a cabo actuaciones de eliminación de barreras arquitectónicas, urbanísticas y de comunicación que la conviertan en una ciudad abierta.
La tarea no es fácil, porque las ciudades Patrimonio de la Humanidad tienen una serie de condicionamientos y limitaciones y cualquier actuación en el viario y en los monumentos ha de acometerse con el máximo cuidado y respeto posible.
De ese esfuerzo por convertir a Compostela en una ciudad para todos, da cuenta la Guía de Accesibilidad en la que aparecen recogidas las características especiales de calles, monumentos y servicios.
A pesar de estas dificultades, en Santiago de Compostela se han conseguido importantes avances en favor de la integración de las personas con movilidad reducida: mejorar el acceso al interior de la Catedral y a algunos de los principales monumentos, museos y lugares de interés; facilitar el recorrido por la mayoría de las calles y plazas, en especial las de la zona monumental; posibilitar el disfrute de diversos espacios culturales y de muchos parques y jardines o aumentar la accesibilidad en varios establecimientos comerciales.
Accesibles para las personas con necesidades especiales de movilidad son también hoy las oficinas de turismo y los principales puntos de llegada a la ciudad, así como la mayoría de los parkings y plazas de aparcamiento, a los que se suma cada día un mayor número de alojamientos, restaurantes, cafeterías y otros servicios turísticos.
En Santiago de Compostela seguimos trabajando para abrir la ciudad a todas las personas de funcionalidad diversa y les damos, desde aquí, la BIENVENIDA.