Para Anxela Mariño, la coexistencia produce esa relación que percibe el sujeto en momentos reflexivos como, por ejemplo, observando el mar, o en momentos expresionistas de su vida. La comodidad de pintar después del proceso evolutivo que parte de lo antropológico, la plasmación de la angustia, de la desesperanza o del placer vital que provoca estar vivo toman cuerpo en esta muestra que llega a Compostela de la mano del área de Cultura de la USC y al amparo del programa Primavera Cultural. Según la autora, "pintar es ser un poco parte del sentimiento de la creación y como tal lleva a miles de sentimientos, al recogimiento más profundo". Así, Mariño reivindica en su pintura sobre todo la imperfección, como toda existencia es imperfecta, a la tautoloxía, el sentimiento y la fuerza.