Toda la ciudad
(Noche 23 junio)
El 23 de junio, solsticio de verano, se celebra la mágica noche de San Juan, fiesta antiquísima que celebran todas las culturas, con la que se señala la entrada del verano, el momento de máxima luz solar, el día más largo del año.
La Noche de San Juan compostelana es similar a la del resto de Galicia, a no ser por el entusiasmo que los ciudadanos y, en particular los estudiantes universitarios, ponen a esta noche mágica. La ciudad se llena esa noche de hogueras (que reciben esta noche el nombre específico de “cacharelas”) que los compostelanos saltan para ahuyentar la brujería y el mal de ojo de las “meigas” (nombre típico de los malos espíritus gallegos). Las hogueras más concurridas son las de la ciudad histórica, especialmente las de la plaza de Irmán Gómez, y las de las calles Algalia de Abaixo, y Valle Inclán, aunque también son muy populares las organizadas por el barrio de Pelamios, la del parque de San Juan en Vista Alegre o la del barrio de San Lorenzo.
En las calles y plazas de la ciudad huele esa noche a a fuego, pero también a sardinas, que en el mes de junio están en su mejor época, y que se asan al aire libre sobre las “cacharelas” y que se sirven con vino tinto y empanada. Y además hay mucha música, mayoritariamente tradicional, pero también actual, que alrededor de algunas hogueras, como la de la plaza de Irmán Gómez, alcanza la dimensión de un auténtico festival.
El rito purificador de las hogueras se completa de otro rito con agua y plantas mágicas, que se dejan en agua toda la noche para lavarse por la mañana. Por eso cada 23 de junio el Mercado de Abastos huele por la mañanas a flores silvestres (romero, menta, manzanilla, rosas...), que se venden por ramilletes en puestos ocasionales sólo durante ese día.