Finales s. XVII. Barroca.
Obra de Domingo de Andrade, fue objeto de reformas en el siglo XX, en el que se le añadió la balaustrada superior y un piso más. Destaca la decoración a base de racimos que enmarcan las puertas inferior y superior del lado derecho, así como las ménsulas labradas en la parte inferior del balcón y la monumental chimenea.