Principios s. XIX.
Se trata de un edificio de tres plantas, obra del arquitecto Fernando Domínguez y Romay. La planta baja destaca por la austera decoración basada en un ligero almohadillado. En el primer piso destacan los balcones de hierro enroscado. Sobre la cornisa lleva un frontón triangular bajo el que se sitúa el escudo del Marqués de Santa Cruz.