Después de siglos en los que el arte era fundamentalmente religioso y mayoritariamente cristiano, la ruptura del mundo artístico moderno con la Iglesia, unido al abandono de los cánones clásicos, sumió al arte religioso en una grave crisis a nivel intelectual y también material. Esto nos lleva a hacernos la pregunta por la posibilidad de un arte cristiano contemporáneo que pueda hablar a los hombres de hoy y llevarlos a Dios desde la experiencia estética, o si por el contrario, se hacenecesario optar por un arte continuista con las épocas pasadas que, con todo, pueda conectar con las inquietudes contemporáneas.