En 1986 Brian O´Doherty publica su ensayo “Dentro del Cubo Blanco” en Nueva York. Este médico irlandés, que abandona la medicina para consagrarse al arte como artista plástico y crítico, es el culpable de la existencia de espacios como esta galería. Un cubo blanco, aquella habitación en la que se anulan las ventanas, se blanquean las paredes y se proyecta la fuente luminosa desde el techo.
En matemáticas, un cubo perfecto es el resultado de multiplicar un número por sí mismo tres veces o que poseen raíces cúbicas exactas. Si toda la programación de la galería gira en torno a la dualidad, en este caso se eleva la dupla al cubo de la mano de ocho artistas: Alba Galocha (Santiago de Compostela), Alberto Ash (Vigo), Enay Ferrer (Carcas), Iván Prieto (O Barco de Valdeorras), Lara Pintos (A Coruña), Lula Goce (Baiona), Mario Soria (Barcelona) y Mery Pais (Santiago de Compostela).