Belvís, barrio situado al este de la ciudad histórica, ofrece varios puntos de mira diferentes. Desde la cima de la cuesta de As Trompas, de la catedral sólo se ven sobresalir las torres, que asoman por encima de los tejados del casco histórico. Un poco más allá, en la zona recientemente remozada del parque de Belvís, hay un belvedere desde el que se tiene una perspectiva más moderna de la ciudad, incluida toda su expansión hacia el sureste. Es una visión más cinematográfica, sobre todo por las noches, cuando las luces de los bloques de edificios del Ensanche sugieren historias de gente.