Una noche en Compostela
Pasear por la ciudad iluminada, cenar tranquilamente, conversar delante de unas copas, asistir a alguna actividad cultural... O ir de vinos y tapas a los lugares más frecuentados, saliendo al encuentro de los compostelanos, para descubrir sus rutas y sus rutinas cuando cae el sol.
Siempre hay locales abiertos y posibilidades culturales para la noche. A diferencia de otras ciudades, aquí es habitual salir de vinos o a ‘tomar una' incluso un domingo o un lunes. La calle nunca está totalmente desierta, porque Compostela nunca duerme del todo.
El ambiente incesante se lo debe la ciudad a la cantidad de jóvenes que estudian o trabajan aquí, y en especial a los universitarios, responsables de los horarios y del ritmo de toda la ciudad, que se levanta perezosa y se acuesta tarde, en consonancia con la abundancia de locales nocturnos y de oferta cultural disponible.
En la noche de Compostela no es necesario desplazarse en coche, porque la ciudad se recorre a pié fácilmente, y pasearla es muy agradable y en absoluto inseguro. Y eso es lo que se hace aquí: andar de un local a otro, visitando varios cada noche. La ciudad y los transeúntes guían el rumbo.