Arquitectos: Albert Viaplana, Helio Piñón
Fecha: 1991-1994
Zona: ciudad histórica
El eje de la avenida Juan XXIII, abierto en los años sesenta se convirtió en el eje de acceso fundamental al mismo corazón del casco histórico. La reordenación, encargada a los arquitectos Albert Viaplana y Helio Piñón, resolvió las exigencias funcionales del acceso de tráfico, las necesidades de estacionamiento de coches y autobuses, remodelando un aparcamiento existente, obra de Julio Cano Lasso, y estableció un diálogo interesante entre lo nuevo y las piezas monumentales de los edificios conventuales de San Francisco y San Martín Pinario, que constituyen el fondo perspectivo de la avenida.
Todo el complejo se resuelve con planos escalonados desde la plataforma de la avenida, que pliegan sus bordes para ofrecer asiento y protección a los viandantes, pavimentados en granito. El elemento que protagoniza el conjunto es una larga marquesina de soportes de acero y cubierta de cristal, que protege el recorrido de los peatones hacia el acceso al casco histórico. Esta marquesina se apoya en gruesos soportes cónicos de acero en su lateral hacia el tráfico y finos tubos, de este mismo material, hacia el paisaje presidido por el monte Pedroso. En su largo recorrido hacia la mole pétrea de San Francisco va disminuyendo de altura acompañando el recorrido hacia el corazón de la ciudad histórica, jugando con los fondos perspectivos y la percepción de distanccias.