Si todos los caminos tienen su meta en Santiago, el Camino al Finisterre (el antiguo ‘fin del mundo’) es el único que toma a la ciudad santa como origen. La visita del Santo Cristo de Fisterra y el Santuario de A Barca, en Muxía, en medio del impresionante paisaje de los antiguos confines terráqueos –finis terrae- es un ritual que siguen muchos peregrinos como remate de la peregrinación jacobea.
Santiago – Negreira – Mazaricos – Dumbría – Cee – Corcubión - Fisterra – Muxía.