Las primeras décadas del siglo XVI suponen el comienzo de la transformación urbanística del núcleo monumental de Santiago, iniciada con la fundación por los Reyes Católicos del Hospital Real. Es la época de esplendor del plateresco. El siglo XVI comienza incorporando la dimensión civil a la ciudad y se cierra con el resurgimiento de las congregaciones religiosas. El Renacimiento sentó las bases del extraordinario conjunto de espacios públicos dispuestos alrededor de la basílica jacobea, que el periodo barroco se encargará de completar y perfilar.