La Plaza del Obradoiro es el centro monumental de Santiago de Compostela. Su nombre gallego parece derivarse de los talleres de canteros que trabajaron en la construcción de la fachada barroca de la Catedral , que domina la plaza y da la bienvenida a los miles de peregrinos que llegan por el Camino de Santiago.
Los edificios que cierran la plaza - la Catedral , el Hostal de los Reyes Católicos, hoy parador nacional y antes hospital de peregrinos; el Colegio de San Xerome, sede del rectorado de la universidad, y el Palacio de Raxoi, sede d el Ayuntamiento de Santiago- son representación de los principales polos de la vida de la capital gallega: la religión, la educación universitaria, la atención al peregrino y al viajero, y la Administración.
Esta plaza tiene, pues, la cualidad de resumir los usos y la historia milenaria de la ciudad. Un giro de 360 grados permite reconocer a simple vista la presencia de distintos estilos arquitectónicos, surgidos en más de 700 años de construcción.
Fachada del Obradoiro
Sobre el lugar de aparición del sepulcro del Apóstol se construyó la actual catedral románica a partir de 1075. Su estampa más fotografiada es su fachada oeste, la del Obradoiro , que fue antepuesta al edificio entre los siglos XVII y XVIII como un gran telón ornamental. Hasta entonces, un arco permitía ver desde la plaza el Pórtico de la Gloria , ahora resguardado en el interior.
Los 74 metros de altura de las torres se alcanzaron a mediados del siglo XVIII, cuando el arquitecto Fernando Casas y Novoa, continuando la remodelación iniciada en 1670 por Peña de Toro, añadió los remates barrocos a las torres medievales. En medio, dispuso un gran retablo de piedra y grandes ventanales que proporcionan luz al interior, a la vez que la reflejan sobre los ornamentos de la fachada -escudos, volutas, columnas, capiteles, pináculos- para crear un juego de sombras. El conjunto está presidido por la figura de Santiago con atuendo de peregrino, sombrero, capa y bordón.
Las escaleras de doble tiro son de principios del siglo XVII, y permiten salvar el desnivel del terreno entre la plaza y la planta de la Catedral. Esa es precisamente la función de la cripta , cuya puerta se abre entre los primeros peldaños. De estilo románico, sirve además de sustento arquitectónico y conceptual al Pórtico de la Gloria.
Claustro de la Catedral
La verticalidad de la fachada principal de la Catedral rompe el peso horizontal de los edificios laterales: a nuestra izquierda, el Palacio arzobispal de Xelmírez ; a nuestra derecha, el claustro gótico-renacentista de la Catedral. Éste es uno de los mayores de España, construido entre 1521 y 1590 por los mejores arquitectos castellanos del gótico tardío y el entrante Renacimiento –Gil de Hontañón y Juan de Álava- para sustituir a un claustro románico. El luminoso espacio, dedicado a la Virgen María , está coronado por pináculos y cresterías.
El claustro es parte del museo catedralicio, visita imprescindible para entender la historia de la catedral y de la ciudad. Piezas arqueológicas, tapices, imágenes, libros y reliquias desbordan los anexos del claustro, dos de las capillas de la basílica, la cripta y el palacio arzobispal.
Palacio arzobispal de Xelmírez
El primer arzobispo de Santiago, Diego Xelmírez, se hizo construir esta residencia a partir de 1120, tras la destrucción de su palacio en una revuelta popular surgida a raíz de sus enfrentamientos con las primeras asambleas ciudadanas. El resultado es un extraordinario ejemplo de la arquitectura civil del románico. La fachada actual, añadida en el siglo XVIII, protege un palacio medieval con cocina, caballeriza, patio flanqueado por la Catedral y salas reformadas en siglos sucesivos. Entre ellas destaca el salón sinodal del siglo XII, cuya inmensa bóveda muestra escenas de un banquete medieval. El interior puede visitarse adquiriendo la entrada del Museo de la Catedral.
Hostal de los Reyes Católicos
El Hospital Real fue construido a partir de 1501 por mandato de los Reyes Católicos, que habían visitado Santiago en 1486 y constatado las deficiencias de la atención sanitaria a ciudadanos y peregrinos. El arquitecto Enrique de Egas levantó el hospital en un estilo que se despide del gótico tardío y saluda los primeros aires del Renacimiento. La fachada-retablo muestra una ornamentación plateresca enmarcada por los grandes escudos real e imperial, símbolo del poder de la monarquía que plantaba cara a la catedral y al palacio arzobispal. En el interior, en torno a la capilla gótica, se disponen cuatro patios a manera de claustros: los dos anteriores datan del siglo XVI; los posteriores, del siglo XVII.
Las instalaciones originales - unas cuantas salas para enfermos distribuidos por sexo y clase social, dormitorios colectivos para peregrinos sanos y un ala para los niños abandonados en el torno- fueron ampliándose para atender las necesidades sanitarias de la ciudad, hasta 1954, cuando pasó a ser Parador Nacional. En recuerdo de tantos siglos de hospitalidad, se mantiene la curiosa costumbre de dar desayuno, comida y cena a los primeros peregrinos que se presenten cada día.
Acercarse a la terraza del Hostal, justo en el extremo que la separa del Palacio de Raxoi, permite descubrir la iglesia de San Fructuoso , decorada por las cuatro virtudes cardinales (aunque el pueblo las conoce como “las sotas de la baraja”); en contraste con el verdor de los huertos urbanos, la Alameda a la izquierda y, a la derecha, el cercano Monte Pedroso .
Colegio de San Xerome
El rectorado de la Universidad de Santiago de Compostela ocupa hoy el Colegio de San Xerome, en el lado sur de la Plaza del Obradoiro. Levantado en el siglo XVI por el obispo Fonseca para acoger a estudiantes pobres de Artes, este edificio renacentista muestra un portal tardogótico que perteneció originalmente al hospital de peregrinos de la Azabachería. En sus jambas destacan las figuras de Santo Domingo de Guzmán, San Juan Evangelista, Santiago, San Pedro, San Pablo y San Francisco de Asís, y en el tímpano, la Virgen con el Niño.
Palacio de Raxoi
Este edificio neoclásico que recibe el nombre del arzobispo fundador permitió cerrar definitivamente en el siglo XVIII la hasta entonces llamada “Plaza del Hospital”, y a partir de allí “Plaza Mayor”. Fue levantado por el ingeniero francés Charles Lemaur entre 1767 y 1787 para servir de ser seminario de confesores y residencia de los niños del coro de la catedral, además de cárcel civil y eclesiástica, pero se convirtió en la tercera casa consistorial del Ayuntamiento de Santiago. Hoy es también sede de la Presidencia de la Xunta de Galicia. Su tímpano está decorado por el relieve de la Batalla de Clavijo, aquella primera contienda en la que, según la leyenda, se apareció la figura del Apóstol guerrero, para ayudar en el combate de la invasión musulmana. Santiago, representado como patrón de la Reconquista , corona la construcción.
En el centro de la plaza del Obradoiro hay que reparar en la modesta placa granítica considerada por los peregrinos el ‘kilómetro cero', punto de llegada de todos los caminos que conducen al Apóstol. En ella se lee que el Consejo de Europa declaraba en 1987 al Camino de Santiago “Primer Itinerario Cultural Europeo”.