A principios del siglo XIII se funda, en un sombrío robledal a orillas del río Sarela, elconvento de San Lorenzo de Trasouto . Ocupado inicialmente por franciscanos, a partir del siglo XV pasó a ser residencia de los Condes de Altamira. A pesar de las numerosas reformas, la iglesia conserva las naves románicas del primer edificio.
En el exterior de esta edificación, cuyos muros esconden un importante jardín histórico, y que actualmente es un distinguido restaurante para grandes celebraciones, sigue existiendo todavía un frondoso soto de robles centenarios. Siendo el roble el árbol más típico de Galicia –vinculado en muchos casos a la tradición mítica y legendaria-, las ‘carballeiras', nombre con el que se conoce en Galicia a las áreas de robledal, han sido siempre espacios de reunión, romería, fiesta y celebración; espacios cuasi-sagrados, umbríos, mágicos... Escondidos entre los árboles hay una fuente y dos ‘cruceiros', cruces de piedra de gran tamaño que marcaban los caminos y que son seña de identidad de Galicia.