En 1929 se aprobó un ambicioso proyecto para la dotación de residencias de estudiantes y otras necesidades de la Universidad , que fue la base del actual Campus Sur. Este proyecto supuso una ampliación –y también una alternativa- a la congestionada ciudad, siguiendo las ideas higienistas decimonónicas de ‘ciudad verde', ‘ciudad jardín'.
El trazado general se basa en un eje que mira a poniente desde la escalinata que lo conecta con la Alameda , y que relaciona zonas verdes, equipamientos deportivos y residencias. Desde la cima de la gran escalera se disfrutan unas magníficas vistas del conjunto, así como del monte Pedroso y del valle de Amaía. El agua que brota al pie de la escalera recorre el paseo central dando lugar a estanques y fuentes.
Los jardines se formalizan con un riguroso trazado geométrico: praderas, parterres, estanques y caminos se enlazan mediante paseos con una gran diversidad de árboles y plantas ornamentales –tuyas, camelios, magnolios, pinos, cedros, enebros, ginkgos...-, constituyendo un peculiar jardín botánico urbano.