El parque de San Domingos de Bonaval, situado sobre la antigua finca y cementerio del convento dominico, fue rehabilitado como zona verde urbana según proyecto del arquitecto portugués Álvaro Siza. Se extiende sobre una ladera que mira a poniente, y ofrece vistas sorprendentes de los tejados de la ciudad, a las que el artista Chillida dedicó una escultura que encuadra intencionadamente una visión de la ciudad.
La actuación es un ejemplo de perfecta adaptación a la topografía y a los elementos y la organización tripartita que le dieron hace siglos los dominicos -huerta, robledal y cementerio-, y conjuga las onduladas formas de la ladera con la linealidad de los trazados geométricos de sus senderos y bancadas. El agua susurra en todo el paseo, con fuentes, canales y pequeños aljibes... El resultado es un espacio cuidado, de sutil diseño contemporáneo, que juega con las perspectivas, y que es marco excepcional de manifestaciones artísticas.
El típico barrio de San Pedro , que tiene como eje la rúa del mismo nombre, es una buena muestra del Santiago popular: casas apiñadas, calles estrechas, callejuelas, algunos viejos oficios, antiguos comercios y pequeñas tiendas.