El Colegio de Fonseca puede considerarse cuna de la Universidad de Santiago de Compostela, pues fue fundado en 1522 por el arzobispo Alonso Fonseca III para la enseñanza de Artes, Teología, Derecho Civil y Derecho Canónico. Su construcción es de estilo renacentista, con una fachada retablo en la que puede reconocerse a la Virgen de los Placeres y a Santiago Alfeo, patrón del colegio.
En el interior de Fonseca puede visitarse la Sala de Grados, con un maravilloso artesonado de inspiración mudéjar, que hoy forma parte de los espacios dedicados a exposiciones. Junto a ella, y custodiado por la estatua sedente del arzobispo fundador del Colegio, se abre uno de los más hermosos claustros compostelanos, desde el que se accede a la valiosa Biblioteca de la Universidad, con más de 300 mil volúmenes y 150 incunables.
A la derecha de su fachada, doblando la esquina, puede verse una representación del llamado “Árbol de la Ciencia”, poseedor de una curiosa tradición. Los estudiantes llegados en su primer año, e indecisos por la carrera que debían realizar, se colocaban de espaldas a esta placa y elegían su futuro académico levantando la mano por encima del hombro para señalar al azar una rama que llevaba el nombre de la carrera.
Aquí tuvo su sede el Seminario de Estudios Galegos, cuyos miembros redactaron el primer anteproyecto del estatuto de autonomía de Galicia. Durante buena parte de los años 80, después de su constitución en el vecino Pazo de Gelmírez, el histórico edificio también fue testigo de los primeros pasos del actual Parlamento de Galicia.